sábado, 27 de octubre de 2012

Niña Tsotsil victima de trata, violación sexual múltiple y feminicidio

Radio Proletaria Chiapas
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas a 27 de septiembre de 2012


De periodismo de los derechos humanas y humanos de Chiapas


Patricia Chandomí.- Antes de ser violada por 10 hombres y asesinada, la niña indígena María Flor Vázquez de 10 años de edad, fue entregada por su hermana a una tratante de nombre Maria “N” en la colonia Primero de Enero, una de las pobres y marginadas de San Cristóbal de las Casas, María es conocida como tratante de mujeres indígenas, las coloca de sirvientas en las casas, de meseras y en prostitución forzada.

La hermana de María Flor fue empujada por la miseria a acudir con María “N” para conseguir trabajo, es una de las 9 hijas de una pareja desplazada del municipio de San Juan Chamula.

De manera histórica las mujeres indígenas de los Altos de Chiapas, una de las regiones mas empobrecidas de Chiapas, se han empleado como servidumbre, la explotación de las familias empleadoras en la cabecera municipal de esta Región, San Cristóbal de las Casas, es tan grande, que algunas creen que les pagan lo suficiente al darles un techo y unas tortillas por jornadas que rebasan las 16 horas diarias.

En su mayoría, las mujeres empleadas domésticas son de origen rural, expulsadas por la pobreza de sus comunidades de origen, migrando a las ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida.

El empleo doméstico se vuelve para muchas de ellas la única alternativa, dados los bajos niveles de educación con los que cuentan, además de las condiciones de marginación que caracteriza su llegada a las ciudades, señala Norma Iris Cacho Niño en su investigación “La situación de las empleadas domésticas en Chiapas: explotación laboral y discriminación”.

María Flor y su hermana vivían en condiciones extremas de pobreza, en un techo de 4 por 4, sin sustento alimenticio garantizado, es así como llegan a María “N”, la hermana mayor de 16 años es colocada como sirvienta, pero debido a los malos tratos renuncia.

En una ocasión se encuentra con María “N” quien la amenaza con una supuesta deuda contraída, ante el miedo, la joven acude nuevamente pero ahora con su hermanita de diez años, a quien pone a disposición de María.

Flor María trabaja unos días como empleada doméstica en casa de María, a los pocos días le dice que la llevara a casa de su socia Carmen “N”, en este lugar la niña es notificada por la hija de Carmen, también del mismo nombre y con 14 años de edad, que será llevada a otro centro de trabajo.

La niña es transportada en una camioneta por el chofer de María a una cantina marginal en San Cristóbal de las Casas, en este lugar la esperan 8 hombres quienes la violan hasta casi dejarla sin vida.

Una vez pasada la violación múltiple, la hija de Carmen de 14 años de edad y el chofer, quienes esperaban afuera del cuarto, donde la niña pasó las peores horas de su vida, se percataron que María Flor aún respiraba.

Ante el temor de ser denunciados, Carmen y el chofer asfixiaron y remataron a la niña con un arma punzocortante, para luego tirarla en un callejón en el municipio de Huixtán, en agosto del año pasado.

La familia de Flor María interpuso una denuncia por secuestro, ya que no tenían noticias de ella, la Fiscalía Indígena detuvo a los dos asesinos, sin embargo, María “N” y Carmen como otras personas, incluyendo a los propios padres y madres siguen ofreciendo como mercancía a sus hijas.

El monolingüismo, el analfabetismo y la baja escolaridad se correlacionan con un gran desconocimiento de parte de las mujeres indígena y rurales de sus derechos humanos, reporta El Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas (COLEM) y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (CDMCH).

En las regiones indígenas y rurales, el ejercicio de los derechos puede estar vinculado a la voluntad del esposo o padre.
“El Estado tolera y contribuye a la discriminación y la violencia de género al actuar sin la debida diligencia para prevenir, atender, responder y reparar las violaciones a los derechos de las mujeres causada por particulares o por agentes del mismo Estado. El hecho de que el Estado mexicano rara vez sanciona la violencia y la discriminación que se comete contra las mujeres, contribuye sin duda alguna, a su perpetuación” indica un reporte de ambas organizaciones civiles.
María Flor es un caso paradigmático que visibiliza la grave violación histórica a los derechos humanos de las niñas indígenas y marginadas en Chiapas, María “N” puede corresponder a intereses propios o estar vinculada a una red de tratantes, aún así, no sería la primera ni la única persona en estar vinculada a este tipo de delitos en San Cristóbal de las Casas.

“Se violó uno de los derechos más fundamentales de las mujeres, el derecho a la vida, a una vida libre de violencia, el derecho al pleno respeto de la integridad del cuerpo; hago un llamado a las autoridades para que a la brevedad realicen investigaciones exhaustivas para no dejar impune este caso, porque los detenidos no son los únicos responsable del asesinato de Flor María; sin duda, la pobreza extrema, falta de información, de políticas públicas adecuadas e interés de las autoridades, tienen mucha responsabilidad” sostuvo la abogada Martha Figueroa.
Publicado por Patricia Chandomí en 09:20 

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